El dinosaurio II

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
Pero ¿cuál es, en síntesis, la razón por la que este texto tiene tal persistencia en la memoria colectiva? Después de leer los trabajos dedicados a su estudio, podríamos señalar al menos diez elementos literarios:
1) la elección de un tiempo gramatical impecable (que crea una fuerte tensión narrativa) y la naturaleza temporal de casi todo el texto (cuatro de siete palabras),
2) una equilibrada estructura sintáctica (alternando tres adverbios y dos verbos),
3) el valor metafórico, subtextual, alegórico, de una especie real pero extinguida (los dinosaurios) y la fuerza evocativa del sueño (elidido),
4) la ambigüedad semántica (¿quién despertó? ¿dónde es allí?),
5) la pertenencia simultánea al género fantástico (uno de los más imaginativos), al género de terror (uno de los más ancestrales) y al género policiaco (a la manera de una adivinanza),
6) la posibilidad de partir de este minitexto para la elaboración de un cuento de extensión convencional (al inicio o al final),
7) la presencia de una cadencia casi poética (contiene un endecasílabo); una estructura gramatical maleable (ante cualquier aforismo),
8) la posibilidad de ser leído indistintamente como minicuento (convencional y cerrado) o como micro-relato (moderno o posmoderno, con más de una interpretación posible),
9) la condensación de varios elementos cinematográficos (elipsis, sueño, terror) y,
10) la riqueza de sus resonancias alegóricas (kafkianas, apocalípticas o políticas).
Estas razones muestran que los lectores tenemos aún la posibilidad de realizar múltiples lecturas de «El dinosaurio» y seguir tomándolo como motivo literario y como motivo de estudio, pues ése es el privilegio y en eso consiste la placentera responsabilidad de la lectura literaria.
tomado de http://cvc.cervantes.es/actcult/monterroso/acerca/zavala.htm

 Adjunto de donde salio la idea...

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